El hecho de que una antena esté diseñada para una determinada frecuencia central, o frecuencia de resonancia, no quiere decir que no sea capaz de transmitir o recibir señales de otras frecuencias.
Cualquier antena presenta un ancho de banda, que es el rango de frecuencias en las que esa antena es capaz de funcionar con una eficiencia aceptable.
Para determinar el ancho de banda de una antena, o lo bien que se comporta para una frecuencia determinada, existen distintos parámetros. El más sencillo de comprender es el parámetro de reflexión, que mide la cantidad de energía reflejada por la antena. Si la antena está perfectamente adaptada al transmisor, “aprovechará” el 100% de la energía que le entrega el transmisor. Conforme esa adaptación empeore (por el propio diseño de la antena, o porque pretendemos transmitir una frecuencia que no es la de resonancia), la antena reflejará un porcentaje mayor de la energía entregada por el transmisor.
En la siguiente gráfica se muestra el parámetro de reflexión de una antena diseñada para resonar a 2440MHz.
Se observa que a 2440MHz el parámetro de reflexión es -18.59dB, lo que quiere decir en unidades lineales que se refleza el 1.38% de la potencia, aprovechándose el 98.62% de la potencia.
La siguiente tabla muestra la equivalencia entre el parámetro de reflexión y los porcentajes de potencia reflejada y potencia acoplada.
Se define el ancho de banda de la antena como el rango de frecuencias para las cuales el parámetro de reflexión es inferior a -10dB, o lo que es lo mismo, la potencia reflejada es menor del 10%, consiguiendo en esa banda de frecuencias una eficiencia del 90% (el 90% de la potencia entregada por el transmisor se aprovecha en la antena).
Como vemos en la gráfica anterior, esa antena tiene un ancho de banda de 2258 MHz a 2796 MHz.